lunes, 30 de enero de 2012

Felicidades mi amor; te adoro.

Idaira de mi vida, de mi corazón, de mi alma y de mi ser. Hoy es tu cumpleaños, tu quince cumpleaños. Que ya eres una quinceañera hecha y derecha. y ya estás madurando (o eso espero).
Te di tu regalo ya, y como te escribí en él todo lo que te quería decir pues ahora es más difícil; sabes que no se me da del todo bien eso de decir lo que pienso y más me cuesta si es a ti porque eres muy especial, sí sí, más de lo que tú piensas.
Pues eso mi vida, que hoy es tu día, te felicito por ello y también por el día de la paz. No no, ahora en serio: que te quiero muchísimo, haces cosas por mí que nadie más hace nunca porque no se atreven  o simplemente porque no les importa lo que me pase o me deje de pasar. Pero tú eres diferente y por eso nada más y nada menos eres mi mejor amiiiiiiga (bff). Y sí, eres la amiga perfecta para mí. Me encanta cómo me tratas, todo lo que me dices cuando me ves mal, todo lo que haces para que yo sonría, cómo eres, cada uno de todos tus defectos porque ellos te hacen ser la imperfección perfecta. Que a pesar de todo lo que haya pasado te quiero con locura porque eres la mejor de las mejores, y me da igual que digas que no o que la gente me tome por loca cuando digo que no hay nadie mejor que tú, porque es así, para mí eres más que perfecta.
Hay muchas veces en las que la gente dice que hago lo mismo que tú, que si tú te tiras por una ventana desde un quinto, yo voy detrás, y no es mentira del todo. Lo hago porque te quiero, no quiero que te pase nada e intento "protegerte" si algo te sale mal o ayudarte a corregir tus errores cuando veo que tú sola no puedes. Por eso y más te sigo a donde quiera que vayas. Y es que, ¿cómo no querer a alguien como tú? Si eres la única que hace lo que puede y más por mí, la que me dice lo que quiero oír y lo que no también por mucho que me duela porque sabe que eso me ayudará, la que nunca me miente por muy dura que sea la verdad, la que está pegada como una lapa a mí treinta horas al día, ocho días a la semana, con la que he llorado como con nadie, a la que le cuento mis problemas sin olvidar ninguno de los detalles porque sé que puedo confiar plenamente en ti ya que, me lo has demostrado bastantes veces ya...



Idaira que ya lo sabes todo tía, desde siempre y para siempre: mi mejor amiga.

lunes, 23 de enero de 2012

Es curioso cómo las personas enmarcamos nuestras vidas, los puntos de referencia que eligen para decidir qué momento es más importante que cualquier otro. Pues la vida está hecha de ellos. Me gusta pensar que los mejores están en mi mente, que fluyen por mi sangre en su propio banco de memoria para que no los vea nadie más que yo.

Nada espectacular aunque a veces especial.

Soy una persona del montón. Ni gorda ni flaca; hago ejercicio un par de veces por semana. No me paso ni me quedo corta. Ni obsesionada ni adicta a nada. No soy extrovertida ni tímida, sino un poco de cada, en función del humor que tenga, según la ocasión. Disfruto con lo que hago. Muchas veces me aburro y demasiadas me quejo. No espero demasiado y nunca me decepciono mucho. No me siento importante ni tampoco invisible; recibo la atención justa. Nada espectacular aunque a veces especial.

Hay algo desconcertante en que te obliguen a mirarte a ti misma cuando no estás dispuesta a aceptar algo,algo real y de lo que no puedes salir huyendo. Puedes mentirte a ti misma todo el tiempo que quieras, pero cuando te miras a la cara, simplemente, sabes que estás mintiendo.

Me estrujó la mano con una fuerza que jamás habría imaginado; hace que recuerde que en efecto soy todo lo que tiene y que él, una vez más, igual que antes, es todo mi mundo.

jueves, 12 de enero de 2012

No me importa quién estuvo antes de mí junto a ti, ni quién llegará más tarde: sólo sé que te amo y estoy aquí para hacerte feliz todos los minutos, segundos y décimas de mi vida que pase contigo.

El amor llega sin avisar, no pide permiso.

miércoles, 4 de enero de 2012

Te tengo a tan sólo dos centímetros y parece que estés a mil y un kilómetros de distancia, te rozo y es como caerme por un precipicio porque no tengo el valor de decirte todo lo que significas para mí y todas las cosas que quiero vivir contigo. Y te quiero, ¡qué coño! Te amo, y no sé que haré sin ti si algún día me faltas. Eres el único que me hace sacar una sonrisa cuando estoy hundida y el único para el que todos esos defectos sólo son simples características.

Que si me preguntan cuál es mi mundo, contestaré: mi mundo es él.