miércoles, 4 de enero de 2012

Te tengo a tan sólo dos centímetros y parece que estés a mil y un kilómetros de distancia, te rozo y es como caerme por un precipicio porque no tengo el valor de decirte todo lo que significas para mí y todas las cosas que quiero vivir contigo. Y te quiero, ¡qué coño! Te amo, y no sé que haré sin ti si algún día me faltas. Eres el único que me hace sacar una sonrisa cuando estoy hundida y el único para el que todos esos defectos sólo son simples características.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio