No me gustan las reglas. Y es que no creo que sean necesarias, no sirven de nada, sólo están para que te las saltes. Nada de lo que te dicen que es sagrado en esta vida creo que lo sea. Nada de lo que digan que es correcto creo que lo sea. Todo tiene dos caras, todo tiene dos perspectivas.
Así pues, no hay etiquetas, no hay reglas, no hay normas.